sábado, 9 de diciembre de 2017

Zombie...


Tu que vagas por las calles, como un solitario, con los ojos que parece que no has dormido.
—¿Qué pasa? El amor duele, tu amada no ha llegado.
—Peor aun, se ha ido.
—si se va, no es el amor de tu vida.
— No fue ella, fue el destino, me la ha arrebatado.
—Si fue el destino, el mismo te la ha devolver
–¿¡Acaso no entiendes!?
El zombie se marcha sin energía, con ojos mas apagados, en la mano derecha un ramo de flores marchitas, las ráfagas de frío no le hacen efecto alguno, de dirigía al lugar mas oscuro. Él como cada miércoles, le llevaba flores. Él sigue amándola a pesar de estar en diferentes mundos.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario